Una de las mayores ventajas de la cimentación atornillada Krinner en el sector fotovoltaico es su capacidad para adaptarse a terrenos difíciles. Cuando te enfrentas a suelos extremadamente duros o blandos, esta tecnología demuestra su valía. Los tornillos Krinner penetran con facilidad en el suelo duro. En terrenos blandos su geometría compacta el terreno y mejora sus propiedades proporcionando una base sólida y estable que garantiza la seguridad y durabilidad de tus paneles solares.

La rapidez y simplicidad de la instalación son otra característica destacada. En comparación con los métodos de cimentación convencionales, que a menudo requieren maquinaria pesada y mucho tiempo, la cimentación atornillada Krinner se instala de manera eficiente y sin complicaciones. Esto significa un inicio más rápido de tu proyecto fotovoltaico y menos costos asociados.

Comparada con los perfiles hincados, la cimentación Krinner genera menos contaminación acústica. Esto es especialmente valioso en áreas sensibles al ruido, lo que no solo beneficia al medio ambiente sino que también mejora la calidad de vida de las comunidades circundantes.

La durabilidad de la cimentación atornillada Krinner se traduce en un ahorro a largo plazo. Requiere un mantenimiento mínimo y puede desinstalarse de forma muy sencilla dejando el terreno intacto.