La fábrica principal de Krinner se encuentra en Straβkirchen, el corazón de Baviera. Las otras dos plantas europeas están localizadas en Rep. Checa y Bulgaria.
Esto garantiza un alto control de calidad, elaboración del producto en un entorno seguro, la sostenibilidad y menor impacto ambiental en el transporte.
Las plantas de fabricación de Krinner están equipadas con la última tecnología de corte, prensa y soldadura, lo que permite elaborar productos mucho más robustos que la competencia.
Esta maquinaria junto con los constantes controles de calidad en las distintas fases de producción, garantizan un producto capaz de soportar las cargas para las que fueron diseñados.
Los tornillos Krinner se fabrican utilizando materia prima acompañada de un certificado 3.1 según DIN EN 10204. Además de eso, se utilizan materiales estandarizados ISO como tuercas y pernos.
Los tornillos Krinner se fabrican en instalaciones certificadas según EN 1090-2 y, por lo tanto, están acompañados de una declaración de conformidad (Declaración CE).
Como base para las certificaciones mencionadas anteriormente, Krinner Schraubfundamente GmbH cuenta con una certificación según la norma ISO 9001:2015.
La Declaración de Producto Ambiental (EPD) nos proporciona información importante sobre cómo los sistemas de cimentación de KRINNER impactan en el medio ambiente. Esta declaración describe los materiales de construcción o componentes de construcción en términos de su impacto ecológico, teniendo en cuenta sus propiedades y características técnicas. Es información precisa y verificada que nos permite entender cómo el tornillo de tierra afecta al medio ambiente durante toda su vida útil, desde la producción hasta su disposición final.